Descripción
Aunque la humildad es una virtud que Dios tiene en gran estima, en estos días no oímos mucho acerca de ella. Ahora tú puedes convertir esta cualidad en parte de tu vida y cosechar sus maravillosos beneficios en tu relación con Dios y con los demás.
María, la madre de Jesús, fue un ejemplo de humildad dulce y valiente y, como resultado, engrandeció a Dios de manera extraordinaria. Descubre cómo puedes seguir los pasos de María y…
- andar en humildad en los buenos y malos tiempos con un corazón firme en Dios
- servir de manera más eficaz con un corazón humilde
- cambiar la preocupación por paciencia aprendiendo a esperar en Dios en oración
Que una meta en tu vida sea cultivar la humildad… y velar para que Dios sea glorificado en todo lo que haces.